Círculos de Alimentación Escolar (CAE)
El proyecto persigue el fortalecimiento de la economía local y el empoderamiento social, en aras de generar un círculo virtuoso que incida en la disminución de la pobreza y la marginación, como problemáticas que impiden el acceso de la población rural infantil a una alimentación suficiente, nutritiva, de calidad y culturalmente apropiada.
El proyecto busca, a través de una inversión inicial, fomentar un incipiente mercado local promoviendo la compra de productos locales para el abastecimiento de los comedores e incentivar y diversificar la producción de las campesinas y campesinos de los Altos de Chiapas. Se parte de la integración y consolidación de Comités de Alimentación Escolar por nivel de escolarización en cada comunidad, y Comités Municipales de Soberanía Alimentaria, como mecanismos locales de coordinación, seguimiento y evaluación de las acciones y necesidades relacionadas con el mantenimiento de los comedores escolares.
Partimos de que la noción de soberanía alimentaria es, desde que se pusiera en circulación a inicios de los 90, una noción política, en tanto se origina para dar contenido al concepto de seguridad alimentaria. Asimismo, no fue gestada por ningún organismo internacional, multilateral o supranacional –como sería el caso de su predecesora, seguridad alimentaria, lanzada por la FAO–, sino pertenece al entorno de los movimientos de emancipación social, organizaciones campesinas e indígenas, y en esta línea, es reivindicada como medio necesario para asegurar la alimentación sana, suficiente, y culturalmente apropiada, frente a la incapacidad de los gobiernos para enfrentar la situación que se vive en el agro. Asimismo, reclama los derechos y el control del territorio y los recursos naturales de un país, defiende la producción agroecológica, condena las regulaciones del comercio internacional y demanda la regulación de los mercados locales.
En esta dirección, la idea de soberanía alimentaria devuelve el protagonismo al pueblo como productor-consumidor con derechos legítimos y deberes que no se circunscriben únicamente a la suficiencia de alimentos inocuos y nutritivos. La noción de Soberanía Alimentaria engloba la producción, el medio ambiente, la equidad de género, la salud, la educación, el respeto a la diferencia cultural y la tradición en el consumo de alimentos locales.
De esta manera, la soberanía se transforma en una dimensión transversal no encasillable en ninguna institución, como sucede con la seguridad alimentaria. La soberanía alimentaria confronta la idea del asistencialismo y exige políticas públicas acordes con las demandas de los campesinos y campesinas, productores y productoras, pescadores y pescadoras, artesanas y artesanos. Asimismo, se reafirma desde el sujeto colectivo como actor político frente al poder transnacional que domina la producción y distribución de alimentos a escala global.
Todo ello implícito en el enfoque de soberanía alimentaria, se instala como marco de referencia que contextualiza la visión de la Alianza, en tanto trabaja para, por y con los actores locales, construyendo procesos que fortalezcan sus capacidades y favorezcan la reflexión y retroalimentación entre los actores implicados. Finalmente, la Soberanía Alimentaria se proyecta como el largo camino que ha de seguir el proyecto Círculos de Alimentación Escolar en todas sus fases, dinamizando y orientando la intervención de los actores participantes implicados en el mismo: desde el Círculo de Organizaciones Aliadas y el Equipo Operativo, hasta los productores que configuran entre otros actores, los Comités Municipales de Soberanía Alimentaria.
