Resumen
El impulso de proyectos comunitarios en América Latina constituye un reto tanto complejo como interesante; las particularidades del contexto latinoamericano se manifiestan en un entramado diverso de relaciones interétnicas que se desarrollan en entornos socio-culturales cambiantes, es una realidad que Balandier (1970) califica como Situación Colonial y que responde a coyunturas históricas propias que imponen relaciones de poder desiguales.
El caso de México no es ajeno a esta realidad; desde los procesos de conquista pasando por la construcción de la identidad nacional homogeneizante, los Pueblos Originarios, a pesar de su evidente superioridad numérica, han ocupado una posición de minorías dentro de la sociedad nacional, lo que implica necesariamente la relación de dominado/dominante(Íbid).