Resumen
La región de Los Altos de Chiapas, territorio de múltiples comunidades indígenas que integran a los pueblos tzeltal y tsotsil, ha sufrido un largo proceso de incorporación a la modernidad, el cual puede caracterizarse en cuatro fases, siguiendo la propuesta de Ciclo de Adaptación formulada por Gunderson y Holling (2002): explotación (r) caracterizada por la introducción forzada del capitalismo y del estado a través de las prácticas del indigenismo gubernamental que culminó con la imposición de los municipios como forma de administración y control territorial; conservación (K) que implicó la invención de por lo menos tres proyectos alternativos: la construcción de una red de Organizaciones Civiles (OSC) pro-derechos humanos, la de un sistema de producción y comercialización orgánica y justa principalmente para el café y la organización de un movimiento indígena insurgente, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), incluyendo sus municipios autónomos; liberación (?) que significa la contra ofensiva política y económica con la introducción del capitalismo
neoliberal en la región; y reorganización (?) que implica los desafíos actuales para la construcción de una nueva gobernanza, en medio de un incremento de la violencia, el epistemicidio y el deterioro ambiental.